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Elementos de la video-instalación

En la project room se encontraban dos piedras. Fue un reto construirlas, sabía que no era ético extraer unas piedras de la naturaleza, y en el caso de adquirirlas de una cantera tenían que ser de un gran tamaño y ovaladas. Esta forma se consigue cuando una piedra ha sido erosionada por el aire y el agua, en la Albufera y en la Devesa no vamos a encontrar piedras geométricas de líneas rectas.

En cuanto al tamaño, quería que fuesen de un tamaño grande para que el espectador se vea inmerso en esas imágenes. También porque en una de las clases de preparación del proyecto, comprobé que si se ponían los dos proyectores en dos brazos colgados del techo técnico, la imágen iba a ser grande. Lo medí, y aunque iba a utilizar MapMapping y podía mapear el vídeo más pequeño, me gustaban las dimensiones.

Me puse a hacer pruebas, primero pensé en hacer piedras de cartón. Con cajas grandes de este material, construiría la forma y después se daría el aspecto estético exterior con escayola. El problema fue comprobar que al ser tamaños tan grandes, el cartón no soportaba tanto peso de la escayola y se hundía. 

La segunda idea fue llenar bolsas de aire para hacer una estructura y acabarla con escayola. Pero aunque no nos demos cuenta, hasta los globos de aire que hinchamos con la boca van disminuyendo de tamaño día a día por lo que la estructura va minando. 

La tercera idea fue con espuma poliuretano para hacer la estructura, y aunque tenía el consejo de que si se rocía con agua crece más la espuma, me dí cuenta que tendría que gastar mucho material para conseguir dos piedras de ese tamaño.

La cuarta idea, y pensando en todos los kilos de espuma de poliuretano que se han tenido que gastar para hacer las piedras falsas del Bioparc, fue con una estructura hecha con malla de gallinero cubrirla con papel gris para simular el color de una piedra.

Cada piedra tenía su proyector, y cada proyector iba conectado con HDMI a un ordenador con MadMapper. Gracias al material que tenía el Lab, como un HDMI largo y un Mac dónde iba correctamente el MadMapper, pude conseguir la instalación. La misma composición de la sala, que tenía como un espacio para un armario empotrado, me sirvió para poner una mesa y esconder los dos ordenadores, dado que para quitar el ruido visual, puse una sábana blanca para que el espectador no pueda ver todos los cables, altavoces, cajas del material…

Los altavoces iban conectados a los ordenadores, porque el vídeo se reproducía del ordenador, donde estaba el USB con cada vídeo. 

Querría añadir que hubo un elemento que me hubiese gustado incorporar a la instalación y que al final no pude. Era la idea de que el espectador cuando entrase en la sala pudiese oler a mar. Intenté hacerlo de manera artificial viendo los elementos que componen el olor, pero era difícil conseguir algunos (como las algas marinas naturales). Trinidad me propuso ver el olor de algas que se venden en supermercados, tampoco olía al mar. Artificialmente había esencias, difusores de olores, perfumes de hogar que se vendían como “esencias marinas” pero yo no encontraba el olor a salitre. También cogí agua del mar, pero esta pierde el olor fuera de su lugar, como que perdía la magia; también si la tienes durante un tiempo largo, el agua se pudre. Mi padre me aconsejó coger arena mojada y comprobar si mientras se iba secando, desprendía olor. Tuve en el bidet de mi baño un arenal y no conseguía el olor.

Posted: enero 8th, 2024
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Desarrollo del trabajo técnico

Mi videoinstalación se compone de dos vídeos. Por un lado encontramos un primer vídeo de imágenes grabadas en mi cámara Canon en el lugar de la Devesa. Para ello tuve que desplazarme en mi coche, dado que hay muy mala conexión con transporte público y da poca libertad de movimiento. Utilicé un trípode de préstamo de la universidad.

Conocía dos lugares que me parecían buenos sitios para grabar. Primero en un lugar habilitado para observar aves (https://maps.app.goo.gl/BoY2WGmQczd2BUBK6 ), y por otro, siguiendo las rutas del Itinerario Botánico (https://maps.app.goo.gl/TUXrmgstMspaqBFa6 ).

Para editar este vídeo, tenía el material que había grabado en pequeños clips. La edición la realicé con Adobe Premiere de la manera más simple posible para manipular lo menos posible las imágenes. Los clips ya mostraban un lugar increíble que visitar, no era necesario ningún filtro. Respecto al sonido, sólo puse la voz de los clips más bajos y para dar unidad a todo el vídeo, utilicé sonido que pusé en todo el vídeo. Este audio también lo grabe yo, es del mismo lugar.

En cuanto al segundo vídeo, el que tenía que asustar de ataques pasados y posibles futuras agresiones al lugar, me dí cuenta que antes que poner imágenes de planos del proyecto de 1964, daba más miedo escoger imágenes ya existentes que són más explícitas para provocar rechazo al espectador. Se produce antes un susto con ruidos de grúas, de construcción, de autovías, imágenes de incendios… para alertar que ese lugar ha estado y está en peligro, que planos que sólo entiendo yo porque soy conocedora de la historia de este lugar; pero partimos de la base que el espectador no conoce esta historia. 

Una vez recopilado vídeos, lo monte de tal manera que la última imágen del vídeo coincidiese con la última imagen del vídeo positivo. Si este reflejaba un mar calmado, el vídeo negativo muestra un mar contaminado en el que no se ve el agua, sino residuos humanos. 

La edición fue también con Adobe Premiere, pero en este caso sí que edité más. Sobre todo el audio, quería ir intensificando el agobio por lo que se van imponiendo nuevos sonidos: coches, aire, fuego, lloros…

Posted: enero 8th, 2024
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Marco teórico

Parto del libro Del Saler al Túria de Carles Dolç. En la parte de este ensayo dedicado al Saler y la Devesa, conocemos un dato que incluso los más mayores desconocen: hasta 1907, la Devesa del Saler era propiedad del estado central; por ello, los valencianos y valencianas no podíamos disfrutarlo. Y es en 1909 cuando el Ayuntamiento de València hace saber que el acceso a la Devesa y sus playas es de acceso libre.

Actualmente es un lugar que podemos disfrutar, en su mayoría, pero hay todo un pasado de intentos de hacer desaparecer el bosque de la Devesa, las dunas, la misma Albufera o el uso público de la zona. 

El punto de partida es 1927, cuando quedó aprobado el proyecto de construcción del aeropuerto de València, entre la Albufera y la Devesa del Saler- el bosque de la Albufera y esa franja protectora- . La  tala de árboles comenzó, pero no se acabó dado que vieron que hubiesen tenido muchos “problemas técnicos”.

Unos años más tarde, en 1964, un plan de urbanización pretendía convertir la Devesa en un estilo de Benidorm. 

Era un plan urbanístico redactado por arquitectos madrileños que destinaba un 25% de la Devesa a los valencianos, y un 75% a urbanizaciones de la alta sociedad, enfocadas a los habitantes de la capital de España y turismo exterior. Dos zonas divididas, cada una de ellas tendría una entrada independiente, haciendo dos autovías en el bosque de la Devesa. 

Esas residencias temporales de alto estanding tenían zona de ventas taurinas, iglesia, campo de golf, centros comerciales, hipódromo (este se llegó a construir, aunque hoy ya no queda huella visible). De hecho, el hotel Sidi-Saler, hoy en día se encuentra en ruinas dentro de la Devesa como un vestigio de lo que en un día se intentó hacer.

Once años después de ese plan urbanístico muere el dictador Franco. En los últimos años del régimen ya se habían escuchado voces en contra de este “desarrollismo”, pero una vez en democracia se pudo configurar un movimiento social “El Saler per al poble” que pudo parar (en la gran mayoría) el plan urbanístico.

Actualmente, la Devesa sigue en peligro por la ampliación norte del puerto de València, no es un proyecto tan visible como deforestar y construir ciudades lujosas en bosques. Si se amplía el puerto, se produciría (ya se produce, pero en menor grado), el Efecto Sombra: la construcción pararía las corrientes naturales marinas, el sedimento de arena se quedaría en las playas anteriores (Malvarrosa) y en las posteriores al puerto (la Devesa) solo llegaría carga de agua, inundando y produciendo un regreso en esa franja protectora entre el mar y la Albufera.

Posted: enero 8th, 2024
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Videoinstalación

Entramos en una habitación oscura, hay dos piedras gigantes en el suelo. En una se inicia una proyección de un paraje natural: sus aves, su flora, sus caminos tranquilos, el agua… Acaba con una imágen del mar. Ruido, se abre la proyección de la otra piedra, són imágenes apocalípticas, feas, desagradables. El ruido es más fuerte, cada vez más. Se acaba, la última imágen es un mar contaminado que choca con la otra piedra que aún muestra un mar sereno. Los vídeos han acabado, el susto del espectador aún persiste. 

OBJETIVOS

Mi pretensión era divulgar, denunciar y concienciar sobre un paraje natural que se encuentra a tan sólo 10 kilómetros de la ciudad de València: la Albufera y la Devesa. Este último lugar mencionado es la barrera de arena de un kilómetro de ancho que protege el lago dulce del mar salado y donde se encuentra un bosque.

Los más jóvenes desconocemos la historia de este lugar. No sabemos lo que ha pasado, por lo tanto no podemos tener una visión del presente ni del futuro. Somos los futuros ciudadanos de pleno derecho, quiénes vamos a decidir sobre este territorio en democracia, por lo tanto hemos de ser consecuentes.

Por ello quería mostrar imágenes tomadas por mí de lo que actualmente es el lugar, contrapuestas a unas imágenes de los ataques pasados y posibles futuros que ha tenido el sitio. Pienso que es la manera de advertir de que hoy en día sigamos pudiendo disfrutar de este paraje natural como un lujo y un derecho que hemos de defender como territorio nuestro.

Posted: enero 8th, 2024
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