Marco teórico

Parto del libro Del Saler al Túria de Carles Dolç. En la parte de este ensayo dedicado al Saler y la Devesa, conocemos un dato que incluso los más mayores desconocen: hasta 1907, la Devesa del Saler era propiedad del estado central; por ello, los valencianos y valencianas no podíamos disfrutarlo. Y es en 1909 cuando el Ayuntamiento de València hace saber que el acceso a la Devesa y sus playas es de acceso libre.

Actualmente es un lugar que podemos disfrutar, en su mayoría, pero hay todo un pasado de intentos de hacer desaparecer el bosque de la Devesa, las dunas, la misma Albufera o el uso público de la zona. 

El punto de partida es 1927, cuando quedó aprobado el proyecto de construcción del aeropuerto de València, entre la Albufera y la Devesa del Saler- el bosque de la Albufera y esa franja protectora- . La  tala de árboles comenzó, pero no se acabó dado que vieron que hubiesen tenido muchos “problemas técnicos”.

Unos años más tarde, en 1964, un plan de urbanización pretendía convertir la Devesa en un estilo de Benidorm. 

Era un plan urbanístico redactado por arquitectos madrileños que destinaba un 25% de la Devesa a los valencianos, y un 75% a urbanizaciones de la alta sociedad, enfocadas a los habitantes de la capital de España y turismo exterior. Dos zonas divididas, cada una de ellas tendría una entrada independiente, haciendo dos autovías en el bosque de la Devesa. 

Esas residencias temporales de alto estanding tenían zona de ventas taurinas, iglesia, campo de golf, centros comerciales, hipódromo (este se llegó a construir, aunque hoy ya no queda huella visible). De hecho, el hotel Sidi-Saler, hoy en día se encuentra en ruinas dentro de la Devesa como un vestigio de lo que en un día se intentó hacer.

Once años después de ese plan urbanístico muere el dictador Franco. En los últimos años del régimen ya se habían escuchado voces en contra de este “desarrollismo”, pero una vez en democracia se pudo configurar un movimiento social “El Saler per al poble” que pudo parar (en la gran mayoría) el plan urbanístico.

Actualmente, la Devesa sigue en peligro por la ampliación norte del puerto de València, no es un proyecto tan visible como deforestar y construir ciudades lujosas en bosques. Si se amplía el puerto, se produciría (ya se produce, pero en menor grado), el Efecto Sombra: la construcción pararía las corrientes naturales marinas, el sedimento de arena se quedaría en las playas anteriores (Malvarrosa) y en las posteriores al puerto (la Devesa) solo llegaría carga de agua, inundando y produciendo un regreso en esa franja protectora entre el mar y la Albufera.

Posted: enero 8th, 2024
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