Videoinstalación
Entramos en una habitación oscura, hay dos piedras gigantes en el suelo. En una se inicia una proyección de un paraje natural: sus aves, su flora, sus caminos tranquilos, el agua… Acaba con una imágen del mar. Ruido, se abre la proyección de la otra piedra, són imágenes apocalípticas, feas, desagradables. El ruido es más fuerte, cada vez más. Se acaba, la última imágen es un mar contaminado que choca con la otra piedra que aún muestra un mar sereno. Los vídeos han acabado, el susto del espectador aún persiste.
OBJETIVOS
Mi pretensión era divulgar, denunciar y concienciar sobre un paraje natural que se encuentra a tan sólo 10 kilómetros de la ciudad de València: la Albufera y la Devesa. Este último lugar mencionado es la barrera de arena de un kilómetro de ancho que protege el lago dulce del mar salado y donde se encuentra un bosque.
Los más jóvenes desconocemos la historia de este lugar. No sabemos lo que ha pasado, por lo tanto no podemos tener una visión del presente ni del futuro. Somos los futuros ciudadanos de pleno derecho, quiénes vamos a decidir sobre este territorio en democracia, por lo tanto hemos de ser consecuentes.
Por ello quería mostrar imágenes tomadas por mí de lo que actualmente es el lugar, contrapuestas a unas imágenes de los ataques pasados y posibles futuros que ha tenido el sitio. Pienso que es la manera de advertir de que hoy en día sigamos pudiendo disfrutar de este paraje natural como un lujo y un derecho que hemos de defender como territorio nuestro.